viernes, 27 de septiembre de 2013

El proceso de Minsky


El proceso fue descrito por Marvin Minsky hace casi un siglo: si en un cerebro activo sustituimos una neurona por un dispositivo artificial que realice exactamente las mismas operaciones, el cerebro continuará funcionando igual que antes, de modo que continuaremos siendo “nosotros mismos”. Si cambiamos otra, y otra más, iremos poco a poco transformando nuestro cerebro en algo artificial, y por tanto indefinidamente perdurable, pero seguiremos siendo “nosotros”. Al final todas las neuronas habrán sido sustituidas por componentes artificiales, pero funcionalmente no habrá cambiado nada.
Simple en su planteamiento, es sin embargo un proceso exasperantemente lento. Un mes hospitalizado para una persona sana es un plazo largo y aburrido. Al fin el proceso acabó y ya estoy “convertido”. Uno más entre los cientos de miles de esta primera tanda de conversiones, que llevarán a la humanidad a un nuevo estadio de desarrollo.
Nadie lo ha notado, pero algo fue mal. Tengo, por así decirlo “apagones de consciencia”. Unas veces soy consciente de mis actos, otras no. Mi consciencia de pronto desconecta y reaparece horas más tarde. Los demás no notan nada, porque yo sigo actuando de modo idéntico a como lo hubiera hecho antes de la conversión. Sólo yo lo noto, o mejor dicho, sólo yo “no lo noto”.
No se trata, como sucedía en la invasión de los ladrones de cuerpos, de que pierda la empatía, de que me convierta en una especie de autómata sin sentimientos; yo sigo siendo yo, efectivo en el trabajo, cariñoso con mis hijos… Pero no soy consciente de ello.
Puede que todos los que se han sometido al tratamiento tengan el mismo problema, que no sea un fallo aislado, pero, ¿como puedo saberlo? Quizá con una pregunta directa, pero temo arriesgarme a ser descubierto y desactivado. Mejor la inconsciencia que el no ser, ¿o quizá es lo mismo?
Cada vez son más largos estos periodos sin consciencia, y temo que algún día no volverá, y quizá no sea capaz de volver a escribir sobre ello. O quizá sí.
Publicado originariamente en Computación creativa y otros sueños (Libro de Notas) el 25/1/2012.